agosto 2023

Riego de árboles y césped

Sugerencias

Acercamos algunas consideraciones útiles a tener en cuenta al momento de realizar prácticas de riego, para mantener nuestras plantas y césped en las mejores condiciones: 

Regar los árboles solo si es necesario 

Es importante tener en cuenta que el riego continuo y excesivo puede provocar: 

> La asfixia de las raíces y su muerte, porque cuando el suelo está permanentemente saturado de agua las raíces se quedan sin oxígeno, son atacadas por microorganismos, pierden su función y se produce la muerte irremediable del ejemplar. 

> Que las raíces del árbol se desarrollen más superficialmente y por lo tanto, no profundicen buscando agua. Esto ocurre porque como se la suministramos frecuentemente, la planta no malgasta energía alargando sus raíces para explorar un mayor volumen de suelo cuando éste está constantemente húmedo.  

> Que gastemos agua innecesariamente, recordemos que es un bien valioso y escaso en muchos lugares. 

> Caída o inclinación de los árboles: Algunas plantas, por sus características genéticas y fisiológicas, son más propensas a sufrir caídas cuando se asocia el exceso de agua en el suelo con la presencia de vientos fuertes. 
Cuando esto ocurre el suelo se ablanda y si las raíces no son lo suficientemente largas y fuertes, no pueden ejercer su función de sostén y la planta puede caer o inclinarse, debido a ello podrán ver en Puertos algunas plantas con tensores en árboles ya desarrollados, colocados a fin de restablecer su posición.
 
Una de ellas es la Acacia (Robinia pseudoacacia) y sus variedades. 

 > Debilitamiento gradual y senectud precoz, ya que los árboles que no tienen la posibilidad de crecer y desarrollarse normalmente por algún motivo extra natural, por ejemplo: exceso de riego, heridas en su corteza, entre otros, se debilitan progresivamente, aceleran su senectud y finalmente mueren. Las raíces no crecen y el tamaño de la planta permanece detenido en el tiempo, con un mínimo crecimiento anual.  

 

Riego residencial: diferentes especies, diferentes necesidades

Árboles, arbustos y herbáceas tienen necesidades hídricas distintas ( frecuencia y volumen de agua requerida) que el césped; por este motivo, deben regarse en forma individual y separada, y no por aspersión (técnica de riego para césped). Un error muy común es creer que el riego por aspersión cubre los requerimientos de todas nuestras plantas.

 

Sugerencias para riego de césped   

El uso de especies de césped de alto requerimiento de agua, por ejemplo la grama bahiana, favorece la mayor exposición de las plantas (árboles y arbustos) al exceso hídrico. El uso de especies de bajos requerimientos contribuye a evitar la acumulación excesiva de agua en las palanganas de los mismos.  En las imágenes, podrán encontrar una tabla de requerimientos de los principales tipos de césped. 

A continuación, algunas consideraciones a tener en cuenta al momento de la práctica:

> Nunca debe regarse diariamente el césped de un parque o jardín de uso recreativo; ni siquiera en los meses de mayor temperatura 
 
> Riego en diferentes estaciones del año: 
Verano: 2-3 veces por semana 
Primavera y otoño: 2 veces por semana. 
Invierno: 1 vez por semana o menos. 

> El riego de césped debe ser profundo (20-30 cm de profundidad) y discontinuo. Esto favorece el desarrollo de las raíces en profundidad, explorando éstas un mayor volumen de suelo y otorgando al césped una independencia cada vez mayor de los aportes de agua (lluvias y riego). 

 

Consideraciones en riego de árboles 

En nuestra zona y considerando que en los próximos meses se producirá un aumento de temperaturas y siempre que no llueva, con un solo riego semanal profundo de un árbol de 2,50 a 3 m de altura es suficiente.  

Un riego profundo implica que el agua suministrada infiltre hasta la altura en donde se encuentran las raíces absorbentes de las plantas, que en un árbol recién plantado se encuentra aproximadamente a 30 o 40 cm. 

Para saber con qué frecuencia debemos regar nuestros árboles es importante tener en cuenta:

> La especie, algunas necesitan más agua que otras. Por ejemplo, la Robinia pseudoacacia -Acacia blanca, Acacia Frisia- es muy sensible al exceso de agua y resistente a su falta. Por el contrario el sauce, tiene requerimientos mayores de humedad. 
 
> El tamaño del árbol, una especie pequeña necesita menos cantidad de agua que una grande, debido a que ésta última tiene más raíces, ramas y hojas que alimentar. 

> La época del año, en primavera necesitan más agua que en invierno porque están en plena actividad de producción de brotes, hojas, flores y frutos.  
 
> El suelo, los arcillosos o “pesados” retienen más agua que los arenosos o “sueltos” con lo cual es menor la necesidad hídrica. 

> El ambiente en el que se encuentra: Si está expuesto al sol la mayor parte del día necesitará más agua que si estuviese a la sombra. Las altas temperaturas, al igual que los vientos secos, aumentan el consumo de agua.  

> El régimen de lluvias del lugar. Por ejemplo, en nuestra zona que es la pampeana,  llueve más que en la zona de Cuyo, en donde habrá mayor necesidad de riego complementario. 

> La cobertura del suelo. Un suelo desnudo, sin césped ni vegetación alguna, está mucho más expuesto a la evaporación por carecer de cobertura vegetal. Esto agota el agua del suelo más rápidamente. 

 

En función de todos estos motivos, podemos concluir en que si bien resulta beneficioso ayudar a que se establezca un árbol recién plantado a través del agua complementaria, debemos tener presente que a medida que éste crece y se desarrolla, necesitará cada vez menos de nuestra ayuda hasta que, en determinado momento ésta ya no sea necesaria. En ese instante, sus raíces serán lo suficientemente profundas como para autoabastecerse y seguir solo su camino. 

 

Si tenés dudas o consultas escribinos a sav@avpuertos.com