En esta época del año y debido a que la acción de poda suele asociarse al invierno, es frecuente que escuchemos frases como “es el momento adecuado para podar los árboles para que crezcan con más fuerza”, esta afirmación muchas veces lleva a prácticas erróneas que, en lugar de favorecer a los árboles, muchas veces los daña.
Es importante resaltar que la poda no es un proceso natural, por lo tanto en caso de realizarse sin necesidad puede considerarse como una agresión. Un árbol o arbusto situado en un medio conveniente, al cual se ha adaptado poco a poco, que no sufra acciones especiales en su expansión aérea o subterránea y que no presente señales de debilidad o de ataques parasitarios, no necesita ni debe ser podado.
Cuando las especies vegetales han sido elegidas correctamente en relación a su lugar de plantación y los factores que intervienen en el paisaje urbano, la planta no requerirá ser podada, ya que su estructura no originará daños ni molestias; solo necesitará algunas tareas frecuentes de mantenimiento.
Sin embargo, en ciertas ocasiones se debe recurrir a la poda (acortamiento de ramas y brotes) o raleo (eliminación de ramas y brotes desde su base) por razones de seguridad, sanidad y, en algunos casos, estéticas.
Cuáles son los tipos de poda según especies, estructura y objetivo
Poda de formación > Se realiza en los árboles jóvenes con el propósito de ir formando su copa y determinando su altura; en general esta práctica es realizada en los viveros.
Poda de conducción > Se efectúa para conducir y controlar el tamaño y dirección de la copa de árboles o arbustos frondosos que presentan deformaciones producto de podas irracionales o en los que por un excesivo volúmen, ocasionan inconvenientes sobre espacios o edificaciones linderas.
La poda se realiza eliminando aquellas ramas que se entrecruzan o están muy juntas, dejando libres las más robustas que serán las que formarán la copa.
Poda de limpieza > Esta actividad forma parte de las tareas frecuentes de mantenimiento y consiste en:
>Eliminar ramas muertas, deterioradas o con uniones débiles: a fin de evitar peligro para la seguridad pública y disminuir los riesgos de ataque de fitopatógenos que provocan pudriciones de la madera
>Chupones; ramas que nacen con mucho vigor a expensas de alimentarse de las ramas que las sostienen, y cuya dirección de crecimiento es perpendicular al suelo
>Renuevos: brotes que nacen de las raíces, ya que su presencia provoca una menor vitalidad en el árbol
>Ramas mal dispuestas: son aquellas que crecen con ángulos muy débiles, mal posicionadas en la copa, que se entrecruzan y crecen muy cerca de otras, que provocan con el tiempo estrangulamiento de tejidos y ramas de menor diámetro que al frotarse con otras, por el efecto del viento, se laceran disminuyendo el potencial de traslocación.
¿Hay especies que pueden podarse regularmente durante todo el año?
Sí, los cercos vivos. Por ejemplo, las especies: Thuja sp., Eleagnus sp., Ligustrum sp., Olea sp., Eugenia sp., etc. que por su función de “pared verde" pueden podarse durante todo el año para controlar el crecimiento vertical y horizontal.
Cada árbol está compuesto por su parte aérea y radicular. Cualquier acción sobre la copa, repercute sobre las raíces y cualquier acción sobre éstas últimas, tiene incidencia sobre el follaje.
En caso de tener más dudas respecto a la poda, les recordamos que el área de Espacios Verdes podrá asesorarlos. Para realizar estas consultas pueden comunicarse a través del correo: sav@avpuertos.com